Las emociones y actitudes pueden ser estudiadas como opuestos complementarios, tal como se clasifican las comidas dentro de la macrobiótica.
Las emociones negativas se relacionan con algún desequilibrio en el funcionamiento de cierto órgano del cuerpo. Por ejemplo:
v El odio, la irritabilidad, la violencia son emociones conectadas con la condición del hígado, la emoción opuesta que equilibra es el perdón y la indulgencia.
v La preocupación y tristeza se relacionan con el estómago, el bazo y el páncreas.
v El miedo excesivo se conecta con los riñones y la vejiga.
v La ansiedad y el nerviosismo se relacionan con el corazón,
v Mientras que la falta de reacción o la reacción excesiva se relaciona con los pulmones.
Desde el punto de vista de las características positivas (cuando los órganos están en equilibrio)
v El hígado se relaciona con la benevolencia y la amabilidad
v El corazón con la comunicación y las relaciones
v El estómago/páncreas/bazo con la creatividad
v Los pulmones con la concentración
v Los riñones y la vejiga con el coraje, las ganas y la fuerza interior.
De esta manera, se puede afirmar que las emociones son síntomas de la salud física y pueden ser modificadas al analizar la condición del órgano específico con el cual se relacionan.
Existe mucha gente que si bien físicamente se encuentra saludable, sus síntomas emocionales (enojo, miedo, depresión, pesadumbre) o el deseo de encontrar mayor profundidad espiritual, lo llevan a comenzar un estilo de vida macrobiótica.
Dado que la macrobiótica estudia los opuestos y complementarios, esto permite enfocarse en los excesos y deficiencias, además de respetar las propias limitaciones y mantener la armonía en la vida cotidiana.
Continuaremos con NUTRICIÓN, para estar mas saludables!!!!